Resistencia varietal en horticolas
Hortícolas resistentes a virus: la corona de la mejora varietal
Leticia Ruiz
IFAPA, Centro La Mojonera
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En
España, durante el año 2018, se dedicaron 56.123 hectáreas al
cultivo del tomate, 20.388 hectáreas al cultivo del pimiento, y
11.037 has al del calabacín que alcanzaron unas producciones de
4.708.822, 1.270.86, 591.341 toneladas (MAPA, 2018,
https://www.mapa.gob.es). Estas cifras sitúan a España en la
octava, quinta y décima posición mundial en producción de tomate,
pimiento y calabacín, respectivamente.
Andalucía,
concentra el 35 % del total de la superficie nacional dedicada al
cultivo de hortalizas, lo que supone el 5 % de la superficie
comunitaria ocupada por estos cultivos.
En el año 2017, la producción hortofrutícola andaluza alcanzó los
5,94 millones de toneladas, con un valor de 2.878 millones de €,
representativo del 40 % del valor de la producción nacional. Además,
Andalucía es la
principal zona de suministro de la UE, exportando en 2017, 4.128
toneladas de hortalizas con un valor de 4.937
millones €, ocupando
el tomate y el pimiento el primer y segundo lugar, y generando un
valor entre los dos productos de casi 1.400 millones de €. En
el caso del calabacín, su beneficio y producción han sufrido
fluctuaciones anuales relacionadas con las prácticas de manejo del
cultivo, que a su vez están estrechamente relacionadas con la
incidencia de plagas y enfermedades. Dentro de la región de
Andalucía, Almería, con sus 31.000 hectáreas de cultivos de
protegidos, es responsable del 44% de la superficie destinada al
cultivo y del 60% del aporte económico de la producción
hortofrutícola.
En este
modelo de producción, basado en una agricultura de alto rendimiento,
las
enfermedades transmitidas por virus son factores limitantes
en el cultivo de hortalizas y la presencia de
resistencias
es fundamental en el manejo y gestión de estas enfermedades.
Las
compañías de semillas ofertan al agricultor semillas de tomate,
pimiento y calabacín de distintos tipos que han seleccionado en base
a su producción, vida media, sabor, sistema de cultivo productivo,
época de siembra y resistencia a enfermedades transmitidas por
virus, hongos, nematodos y bacterias entre otros.
Los virus
son el segundo grupo de patógenos de plantas por su número e
importancia económica, que en general, aumenta proporcionalmente con
la intensificación de la agricultura.
Por esto, el desarrollo de nuevas herramientas como las resistencias
genéticas es fundamental en el manejo y la gestión de las
enfermedades transmitidas por virus.
Actualmente
se ofertan 868 cultivares de tomate, 532 de pimiento y 144 de
calabacín de los que el 91, 79 y 63% portan resistencias a alguna
enfermedad, fundamentalmente a las transmitidas por virus. Estas
variedades están desarrolladas por 57 compañías de semillas
distintas y la mayoría de ellas tienen presencia en la provincia de
Almería mediante sus centrales, delegaciones y/o centros de
investigación.
Los 868
cultivares de tomate ofertados, se han dividido en nueve tipologías
de fruto: beef, corazón buey, larga vida, pera, cherry, cóctel,
rama, portainjertos, colgar, industria, y un grupo
remanente considerado como indeterminado y calificado como otros. En
el caso del pimiento, los cultivares se han clasificado en ocho
tipos: rectangular, cónico, industria, picante, cuadrado,
portainjertos, mini y el grupo calificado como otros. En el caso del
calabacín, son menos las tipologías desarrolladas y se reducen a
cuatro: verde, blanco, amarillo y marrow.
Principales
virus que afectan a tomate, pimiento y calabacín.
Aunque no
existen datos sobre la importancia relativa de las diferentes plagas
y enfermedades que afectan a las hortalizas cultivadas en la cuenca
mediterránea, dependiendo de las especies vegetales y las técnicas
de cultivo, los virus pueden llegar a ser factores limitantes para el
cultivo. En este sentido, al menos 30 especies de virus han sido
identificadas como agentes causales de enfermedades que merman la
producción de tomate, pimiento y calabacín, reduciendo el
rendimiento del cultivo y/o la calidad del fruto cosechado.
Figura 1. Cultivares de tomate (a), pimiento (b) y calabacín (c), según tipología.
Dentro de
los virus que afectan a tomate y pimiento en el sudeste español,
destaca el grupo de los tobamovirus; que
se transmiten por contacto con gran eficiencia y persisten en la
semilla y suelo infectado durante largo tiempo. Dentro de este grupo
en el cultivo de tomate destaca por su importancia tomato
mosaic virus (ToMV). Los genes que confieren resistencia contra este
virus, Tm-2 y Tm-22,
se han introgresado a partir de Solanum
peruvianum
(Lanfermeijer et al., 2003). Debido a la capacidad infectiva de este
virus, su control es de gran importancia, y así lo percibe el
agricultor ya que el
95% de los cultivares de tomate sembrados en Andalucía son
resistentes a ToMV. Desde hace unos años se está alertando de la
presencia de
un nuevo tobamovirus, llamado tomato brown rugose fruit virus
(ToBRFV) probablemente de origen recombinante y que sobrepasa la
resistencia Tm-2. El virus fue detectado en Israel y recientemente se
ha descrito en, México, Estados Unidos, Alemania, Italia, Turquía e
Inglaterra (Fidan et al., 2019). Los virus transmitidos por mosca
blanca son también una importante amenaza. De gran importancia es
considerado, tomato
yellow leaf curl virus (TYLCV) siendo un begomovirus transmitido por
B.tabaci.
El gen Ty-1, introgresado desde Solanum
chinense, confiere
resistencia intermedia a este virus. Tomato
spotted wilt virus (TSWV),
es un tospovirus transmitido por trips y la resistencia en tomate se
confiere por un único gen dominante Sw-5) a partir de S.
peruvianum.
En
pimiento, la resistencia a los tobamovirus está dirigida por cuatro
alelos diferentes conocidos como L1, L2, L3 y L4. Según los genes de
resistencia que son capaces de superar en la planta, las distintas
cepas o especies de tobamovirus se han clasificado en cuatro
grupos o patotipos: P0, P1, P12, P123. Virus con el patotipo P12
infectan sistémicamente plantas L1, L2 y origina reacción de
hipersensibilidad en plantas L3 y L4. Los tobamovirus más frecuentes
son TMV (tobacco mosaic virus), ToMV, y PMMoV (pepper mild mottle
virus), también conocido como virus del moteado suave de pimiento.
Hace unos años el campo almeriense se alarmó ante la posible
presencia de un patotipo de PMMoV llamado P1234 para el que no
existen resistencias y que está presente en Israel. El estudio
biológico y molecular realizado por nosotros determinó que en
realidad se había producido un “salto” de la resistencia en
pimiento, provocado por las altas temperaturas del verano. Este hecho
está suficientemente documentado en la literatura científica, sin
embargo, es obviado muchas veces y provoca “sustos” de este tipo.
Otro
importante virus en pimiento es TSWV, virus del bronceado del
pimiento, coloquialmente conocido como spotted y transmitido por
trips. También los áfidos o pulgones pueden transmitir virus,
destacando potato virus Y (PVY) y cucumber mosaic virus (CMV).
Los virus
transmitidos por áfidos han supuesto la mayor amenaza en el cultivo
de calabacín en el sudeste de España, estos virus son: cucumber
mosaic virus (CMV),
squash mosaic virus (SqMV), potato
virus Y
(PVY), watermelon
mosaic virus 2 (WMV),
zucchini
yellow mosaic virus
(ZYMV) y cucurbit
aphid-borne yellows virus
(CABYV). CMV,
WMV2 y ZYMV a principios de los años 80 causaron tanto daño que
obligaron al agricultor a instalar mallas mosquiteras en las ventanas
de los invernaderos para evitar la entrada del vector.
A diferencia de estos, los virus transmitidos
por mosca blanca han tenido una relevancia menor en este cultivo, lo
que conllevó a subestimar la importancia de proteger el cultivo
frente a este vector. Esto probablemente contribuyó a que la entrada
de tomato leaf curl New Delhi virus (ToLCNDV), en el cultivo del
calabacín causara grandes pérdidas y modificara las estrategias de
cultivo de esta hortícola para evitar la entrada del vector (Ruiz y
col., 2018).
Variedades
ofertadas resistentes a virus
La
mayoría de los cultivares de tomate que actualmente se ofertan (91%)
son resistentes a alguna enfermedad transmitida por hongos, virus,
bacterias o nematodos. Dentro de las 11 tipologías de tomate que
hemos considerado, 7 de ellas (industria, portainjertos, rama,
cóctel, pera, larga vida y beef) presentan el 90% o más de sus
cultivares resistentes a alguna enfermedad, mientras que en otras
tipologías ofertadas desde hace poco tiempo y que provienen de
variedades tradicionales como son los tomates de colgar, el 60% de
sus cultivares no presentan ningún tipo de resistencia. Los que son
resistentes a virus, lo son sobre todo a ToMV. Más del 85% de los
cultivares que se ofertan como tipo corazón de buey, cóctel,
portainjertos y de colgar son resistentes a ToMV, mientras que en el
resto de tipologías, las cifras no bajan del 70%. Después de la
resistencia a tobamovirus, la más ofertada pertenece al virus de la
cuchara (TYLCV, en torno al 51%) y el virus del spotted (TSWV, 28%).
El
79% de los cultivares de pimiento ofertados por las compañías de
semillas portan algún tipo de resistencia. La tipología más
numerosa (cuadrado; 43%) presenta el 95% de sus cultivares
resistentes a alguna enfermedad, seguido por los tipos rectangular y
cónico que presentan, en ese orden, un 88 y 80% de sus cultivares
resistentes a alguna enfermedad. Entre los que son resistentes a
alguna enfermedad, lo son a virus y entre ellos un 92% a algún tipo
de tobamovirus. Entre la tipología cuadrada, la más numerosa, un
99% son resistentes a tobamovirus y, de ellos, un 94% portan los
genes L3 o L4. Entre los siguientes tipos más comunes (rectangular
y cónico), un 89 y 78% son resistentes a tobamovirus. Le sigue en
importancia el virus del spotted cuya resistencia adquiere altos
porcentajes de representatividad en algunos tipos como el cuadrado.
Porcentajes mucho más bajos de los pimientos ofertados son
resistentes a virus transmitidos por pulgones como PVY (10%) y menos
del 5% a CMV.
Todos
los cultivares de calabacín resistentes a virus, lo son a aquellos
transmitidos por pulgones. Además, la resistencia genética no está
tan desarrollada como en el caso del tomate o el pimiento ya que sólo
un 67% de las semillas de calabacín ofertadas son resistentes a
alguna enfermedad. Dentro de los virus, la resistencia a ZYMV es la
más numerosa (81%), seguida por WMV (64%), CMV (34%) y en menor
medida PRSV (9%). La resistencia a virus transmitidos por mosca
blanca como ToLCNDV, tan importante para un adecuado manejo del
cultivo y gestión de la enfermedad no ha sido todavía desarrollada
por la industria de las casas de semillas.
CONCLUSIONES
La
presencia en el mercado de cultivares con resistencia a virus es una
herramienta fundamental para la horticultura del sudeste de España.
Dicha necesidad es aún más clara en el caso de tobamovirus donde
casi la totalidad de los cultivares ofertados de pimiento que portan
resistencias (92%) lo son a tobamovirus, y un porcentaje muy alto
también en el caso del tomate (70%) lo son a ToMV. En el caso de
calabacín las resistencias más desarrolladas son a virus
transmitidos por pulgón, no existiendo todavía ningún cultivar con
resistencia a virus transmitido por mosca blanca.
Las
resistencias genéticas, han sido en muchas ocasiones la salvación
para el control de determinadas enfermedades, sin embargo, no hay
olvidar que el control genético es parte del control integrado y
factores como el clima, la presión del inóculo y las variaciones
genéticas del patógeno son factores importantes a tener en cuenta.
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