Trampas cromotrópicas amarillas para el monitoreo de plagas y enemigos naturales voladores en invernaderos de tomate (PA8)

En el Proyecto ERA-NET C-IPM PeMaTo-EuroPep (APCIN2016-00034-00-00) hemos producido varios resúmenes prácticas. Estos resúmenes, o practical abstracts, son elaborados por los equipos de investigación de:

IFAPA (Dirk Janssen, Maria de Mar Téllez, Estefania Rodriguez)
Proefcentrum Hoogstraten (Lien Bosmans, Rani Mertens, Sanne van Gool)
Proefcentrum Sint-Katelijne-Waver (Eva Reybroeck, Liesbet van Herck )
Universidad de Amberes (Vincent Sluydts, Nathalie Brenard)
Universidad de Wageningen (Jochen Hemming, Ard Nieuwenhuizen, Suh Hyun)

8.      Trampas cromotrópicas amarillas para el monitoreo de plagas y enemigos naturales voladores en invernaderos de tomate (PA8)

 
Las trampas cromotrópicas amarillas son una herramienta estándar para el monitoreo de la mosca blanca (Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci), Macrolophus pygmaeus y Nesidiocoris tenius en cultivos de tomate de invernadero. Los insectos alados pueden volar rápidamente durante el monitoreo, lo que hace que sean difíciles de reconocer. Al colgar trampas cromotrópicas en el cultivo, se ve rápidamente qué plagas, pero también qué enemigos naturales voladores, están presentes en el invernadero, incluso cuando hay muy pocos.
Los insectos tienen diferentes carácterísticas y esto explica por qué los números en las trampas cromotrópicas representan las poblaciones reales, pero en diferentes proporciones. Por ejemplo, los adultos de Bemisia tabaci vuelan menos fácilmente que las moscas blancas Trialeurodes vaporariorum, por lo que se observan menos en las trampa cromotrópicas. Además, la altura a la que se suspende la trampa cromotrópica determina la cantidad de cada insecto que queda atrapado. Es mejor colgar las trampas a un nivel estándar, cerca de la cabeza de la planta. Al menos 40 trampas cromotrópicas amarillas por hectárea, es decir, una trampa cromotrópica por cada 250 m², son necesarias para obtener una representación fiable de las poblaciones en el cultivo de tomate. Dependiendo de la presión de la plaga, es mejor revisar y reemplazar las trampas adhesivas semanalmente o cada dos semanas. También deben reemplazarse tres días después de una aplicación fitosanitaria para verificar si el tratamiento fue efectivo.
Hay que contar plagas (moscas blancas) y enemigos naturales (insectos depredadores). El número de enemigos naturales en la trampa cromotrópica ayuda a estimar si una plaga está bajo control o no. Es la relación predador / presa la que determina si se necesita usar agentes de control biológico adicionales, o si hace falta intervenir químicamente. Para hacer un uso óptimo de toda la información recopilada durante el monitoreo, es aconsejable presentar esto de una manera visual. El gráfico de cuadrícula es una herramienta interesante para este propósito (Figura 4). Un gráfico de cuadrícula es un resumen esquemático del invernadero en el que se muestran todas las filas y los números de las columnas. Cada trampa cromotrópica se cuenta semanalmente o quincenalmente y luego recibe un código de color para cada plaga y enemigo natural. Al mostrar esto en un mapa del invernadero, uno puede ver claramente en qué zona ocurre un problema. Al seguir esto a lo largo del tiempo, se puede ver la evolución de la plaga o del enemigo natural. Este puede ser un sistema de apoyo para tomar decisiones de tratamiento.




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