Patología de infecciones simples o mixtas con cepas de CGMMV
Dos cepas distintas del virus del mosaico verde jaspeado en pepino:¿mejor
sola que mal acompañada?
Dirk Janssen, Leticia
Ruiz, IFAPA centro La Mojonera
La enfermedad
causada por el virus del mosaico verde jaspeado del
pepino o Cucumber green
mottle mosaic virus (CGMMV), fue descrita por primera vez en España
en los años 90 en cultivos de pepino en la provincia de Almería. A partir de
ese momento, se han producido diversos brotes de la enfermedad, más o menos
controlados, localizados en diferentes áreas. Desde hace algunos años, sin
embargo, la incidencia e importancia de este virus en la zona del sudeste
español ha ido en aumento, encontrándose en áreas, como en la provincia de
Granada, donde no se había registrado con anterioridad (Ruiz et al., 2018).
CGMMV tiene una gama de huéspedes hortícolas limitada a cucurbitáceas e induce
síntomas de mosaico, distorsión y
formación de ampollas en las hojas de las plantas afectadas. En los frutos
causa distorsión y mosaico. En sandía, el virus causa un deterioro de la pulpa
que disminuye en firmeza y adquiere un tono sanguinolento, por lo que pierde su
valor comercial. El virus se transmite mecánicamente y
por semilla, pero no ataca al embrión. Como otros tobamovirus, CGMMV puede
sobrevivir durante mucho tiempo en restos de cultivos vegetales.
En un artículo
científico publicado en 2017 (Crespo et al. 2017), nuestro grupo de virología
del centro IFAPA de La Mojonera describió por la primera vez la aparición en
2015 de una nueva cepa de este virus en invernaderos de Almería y Granada. Fue
este un hecho alarmante en una horticultura intensiva donde no existen
cultivares con buena resistencia a este virus. Un análisis filogenético
determinó que los aislados presentes en España se separaban en dos grupos: un
primer grupo (I) que llamamos “europeo” en el que se incluyen aislados de
referencia de Francia, Holanda y Uzbekistán, y un segundo grupo (II) que llamamos
“asiático” y del que forman parte también aislados de Japón, Corea del Sur y
Canadá. Así, determinamos por primera vez la coexistencia en España de aislados
de CGMMV con diferente origen geográfico (asiático o europeo) en un mismo
cultivo y región, estableciendo que su diferencia a nivel biológico respecto a
los hospedadores analizados radica en la aparición de lesiones locales en forma
de moteado clorótico en Chenopodium album ssp. amaranticolor tras la inoculación mecánica de un
número representativo de aislados pertenecientes al grupo II; que no
aparecieron en el caso de los aislados inoculados pertenecientes al grupo I.
Finalmente, se ha desarrollado un método de laboratorio que ha permitido
distinguir entre aislados del grupo I y II mediante el análisis del
polimorfismo de longitud de fragmentos de restricción.
En un segundo
artículo publicado (Crespo et al. 2018), comparamos el comportamiento de ambas
cepas (europea y asiática) en diferentes entradas de bancos de germoplasma de
pepino. Ambas cepas causan síntomas similares en las diferentes entradas,
aunque si puede haber diferencias en cuanto a la acumulación del virus en la
planta (la carga viral).
Es difícil precisar la
evolución que tendrá la enfermedad en los cultivos, ante la presencia de
aislados de las dos cepas en el mismo territorio. Las distintas interacciones
entre la raza asiática y europea podrían generar diferentes escenarios, ya sea
compitiendo o dando lugar a nuevas variantes con características genéticas
distintas. Esto podría cambiar la estructura genética de la población viral y
ser crucial para el desarrollo de estrategias de control eficientes y estables
como la búsqueda de resistencias.
Pero mientras que esto
ocurre o no, hemos localizado invernaderos donde ambas cepas están presentes en
los cultivos. Se ha especulado
en torno al efecto que causan las co-infecciones de las dos cepas,
específicamente si estas co-infecciones producen síntomas más severos que las razas
por separado. Esta hipótesis se ha basado en la observación de síntomas y en la
detección del virus en muestras de campo. Sin embargo, la mejor manera de
aclarar esta duda es mediante la realización de un ensayo experimental donde se
inoculen la cepa europea y asiática juntas y por separado.
En diciembre de 2018, inoculamos en instalaciones controladas del
#centroIFAPALaMojonera grupos de 5
plantas de pepino cv. Cádiz-RZ con las cepas asiática (CGMMC-16) y europea
(CGMMC-SP) juntas y por separado. A lo largo del
tiempo se observaron y anotaron los síntomas en las plantas. El experimento se concluyó
en febrero 2019 y los síntomas que observamos fueron deformación y mosaico en
hojas y frutos de las plantas infectadas con CGMMV-16, y una deformación y
mosaico similar en las hojas pero más severo en los frutos de las plantas
infectadas con CGMMV-SP. En las plantas co-infectadas con ambas cepas se observó
deformación, mosaico y clorosis en hojas y una deformación severa junto con mosaico muy suave en los frutos (Fig. 1).
Conclusión: en base a los síntomas observados en
hojas y frutos, no podemos concluir que la infección mixta con las cepas asiáticas y
europeos induzca síntomas más severos, o que hubiera un efecto de sinergismo.
Cada cepa por si sola causa un gran daño a la planta que no se ve acrecentado
por la presencia de la otra.
Bibliografia:
Oscar Crespo, Dirk Janssen, Carmen
Robles, Leticia Ruiz. "Resistance
to Cucumber green mottle mosaic virus in Cucumis sativus". Euphytica,
214:201. DOI:10.1007/s10681-018-2286-0
Oscar Crespo,
Dirk Janssen, Carmen Garcia, Leticia Ruiz (2017) Biological and molecular
diversity of Cucumber green mottle mosaic virus in Spain. Plant Disease. 101: 977-984.
Fig. 1 Síntomas en
hojas y frutos de infecciones simples y mixtas de las cepas CGMMV-16 y CGMMV-SP en pepino.
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