Controlar TYLCV con insecticidas
Insecticidas frente
mosca blanca para frenar el virus de la cuchara en tomate: ¿funciona o es peor?
Dirk Janssen, Leticia
Ruiz, IFAPA centro La Mojonera
Intuitivamente uno podría pensar que los insecticidas no
solo afectan al vector sino también a la transmisión de los virus por estos
insectos vectores. El vector que adquiere un virus, una vez que ha tomado
contacto con un insecticida, podría verse inhibido de volar a otras plantas. ¿Pero
realmente ocurre así? O quizás el contacto con insecticidas hace que el vector
vaya buscando otras plantas, hace pruebas para alimentarse en más plantas y
termina infectando a más distancia de las plantas inicialmente infectadas?
En un trabajo publicado en 2017, Dempsey, Riley y Srinivasan
cuantifican el efecto de los insecticidas en estudios de cultivo en túnel?, con
validación en un entorno de campo de tomate. Las plantas infectadas con el
virus del rizado de la hoja amarilla del tomate y las plantas de origen
infestadas con Bemisia tabaci (Gennadius)
se plantaron al comienzo de las filas tunelizadas para servir como fuente de
inóculo, de modo que el movimiento de las moscas blancas y los síntomas de
TYLCV se pudieran rastrear a lo largo del túnel durante el tiempo de estudio.
Los resultados del estudio mostraron que la proximidad a la planta de origen
era un factor más importante que los tratamientos con insecticidas. Los
trasplantes de tomate tratados con insecticida tendieron a suprimir la
incidencia de mosca blanca y desaceleraron el movimiento de TYLCV en
comparación con el control sin tratar; sin embargo, las plantas de tomate
plantadas más cerca de la planta de origen tuvieron una mayor incidencia de
infección por moscas blancas y TYLCV, independientemente del tratamiento. En un
estudio de parcelas grandes de tomate con una fuente de inóculo controlada, los
tratamientos con insecticidas redujeron significativamente la propagación de
TYLCV. Cuando no está inhibido por el tratamiento con insecticida, el 80% de la
propagación de TYLCV se restringió a <15 m desde la planta fuente (<11 m
en el estudio de validación), y el tratamiento con insecticida generalmente
reduce la distancia y la magnitud de esta propagación.
Por tanto, los insecticidas podrían disminuir la
diseminación secundaria (“secondary
spread”) de TYLCV por moca blanca en tomate.
En esta misma línea es otro trabajo publicado en 2018 por
Smith et al., sobre el cultivo del tomate en Florida donde el uso intensivo de
insecticidas es muy frecuente. Cuando la presión viral es moderada, se pueden
reducir las pérdidas, pero no cuando la migración de moscas blancas virulíferas
al campo es constante. Sin paradas invernales significativas o un sin un período coordinado libre de plantas
huésped para reducir las poblaciones de mosca blanca, el control mediante insecticidas
y las coberturas metalizadas repelentes ofrecerán una protección limitada en
comparación con la tolerancia genética al virus, que a su vez también se puede
superar bajo una alta presión viral.
Por tanto, el uso de los insecticidas afecta negativamente a
la diseminación secundaria pero no puede hacer nada cuando la presión invasora
(“primary spread”) es demasiado alta.
Bibliografia:
M Dempsey,
D G Riley y R Srinivasan (2017) Insecticidal Effects on the Spatial Progression
of Tomato Yellow Leaf Curl Virus and Movement of Its Whitefly Vector in Tomato.
DOI: 10.1093/jee/tox061
Smith et al.
(2018) Comparing Host Plant Resistance, Repellent Mulches, and At-Plant
Insecticides for Management of Bemisia tabaci MEAM1 (Hemiptera: Aleyrodidae)
and Tomato Yellow Leaf Curl Virus. DOI: 10.1093/jee/toy333
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